¿QUE TE PUEDEN HACER?

En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre? (Salmo 56:4)

¿Qué podría en verdad lastimarnos si estamos en Dios?  Si caminamos junto a nuestro Padre y vivimos dependiendo de su gracia y no de nuestra propia justicia   ¿qué podría causarnos un mal que nos apartara de su amor o de su verdad?  La realidad es que no existe nada, sin embargo vivimos creyendo que la opinión, aceptación o influencia de quienes nos rodean son sumamente importante.

El maligno nos hace creer que necesitamos evitar el rechazo de los amigos, conocidos o gente a quienes valoramos y para ello tratamos de agradarles y aun ser lo más parecido a los que ellos desean.  También tratamos de estar cerca de quienes ostentan poder o algún tipo de influencia para conseguir que nuestros “sueños” o deseos se hagan realidad y con ello evitar el dolor de ser visto como gente “fracasada”  Buscamos personas que  nos hagan sentir bien de alguna manera al llenar necesidades emocionales y para conseguirlo nos sometemos a sus deseos y caprichos sin darnos cuenta que terminamos esclavizados a los caprichos de gente que solo usa y no valora.  Vivos con tememos a ser rechazados y lastimados como si esta vida fuera la única y lo que aquí pasa fuese eterno.  Olvidamos que nuestro Padre nos defiende, sostiene y nos libra de la necesidad de vivir llenos de temor, preocupación y angustia y nos libra aun de la necesidad de conseguir una buena opinión de los demás.

Si caminamos en Dios, ¿que necesitamos de los hombres?