LAS BENDICIONES DE DIOS NO DUELEN
Saliste a su encuentro con ricas bendiciones, le pusiste en la cabeza una corona de oro fino. Salmo 21:3 No hay dolor en las bendiciones de Dios. Nada de lo que Él nos da produce tristeza o amargura. El no solo esta dispuesto a traer regalos del cielo a nuestra vida, sino que con ellos nos hace recordar que somos parte de su familia, que ha olvidado quienes éramos y pone sus ojos e intenciones en aquello que desea que seamos. Nosotros podemos conseguir cosas con nuestro esfuerzo y perseverancia, pero lo que Dios nos da en realidad sí hace la diferencia y la da un sentido correcto a nuestra vida.