PECAR SIEMPRE ES MALA IDEA
Profecía
sobre Moab. Cierto, de noche fue destruida Ar de Moab, puesta en silencio.
Cierto, de noche fue destruida Kir de Moab, reducida a silencio.
2 Subió a Bayit y a Dibón, lugares altos, a llorar; sobre Nebo
y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada, y toda barba
rasurada.
3 Se ceñirán de cilicio en sus calles; en sus terrados y en sus
plazas aullarán todos, deshaciéndose en llanto.
4 Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahaza se oirá su voz; por lo
que aullarán los guerreros de Moab, se lamentará el alma de cada uno dentro de
él.
5 Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta
Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando, y
levantarán grito de quebrantamiento por el camino de Horonaim.
6 Las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba,
se marchitarán los retoños, todo verdor perecerá.
7 Por tanto, las riquezas que habrán adquirido, y las que
habrán reservado, las llevarán al torrente de los sauces.
8 Porque el llanto rodeó los límites de Moab; hasta Eglaim
llegó su alarido, y hasta Beer-elim su clamor.
9 Y las aguas de Dimón se llenarán de
sangre; porque yo traeré sobre Dimón males mayores, leones a los que escaparen
de Moab, y a los sobrevivientes de la tierra. (ISAIAS 15)
No hay forma de pecar y encontrar
felicidad. Apartarnos de Dios y buscar nosotros mismo el camino correcto para
vivir en matrimonio, para ser padres, para alcanzar logros profesionales sólidos,
tener éxitos académicos o disfrutar la vida en compañía de la gente a la que
amamos, es algo que no es posible. La
Palabra dice que quien saca la mano de la cerca sin duda le morderá la
serpiente. Mucho del dolor emocional y
físico que viene a nuestra vida es solo el resultado de haber creído que teníamos
una mejor idea que Dios para vivir. En
el día en que la verdad de nuestra vida nos alcanza y Dios nos pese, sin duda
ni lo acumulado, ni las buenas relaciones profesionales, ni los amigos o
compadres serán suficientes para poder sostenernos y rendir buenas cuentas
sobre lo que hemos hecho, dicho, pensado o sentido.
Caminemos con Dios. Dejemos la soberbia de creer que somos
suficientes y con humildad busquemos en nuestro Padre dirección consejo y ejemplo
de vida y sin duda en el día de la prueba, El mismo será quien nos sostenga y
defienda de todo mal y palabra ociosa.
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