LA PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO

¡Yo os conjuro, hijas de Jerusalén,

por las gacelas y las ciervas del campo,

que no despertéis a mi amor!

¡Dejadla dormir mientras quiera! (cantares 3:5)

Decirle a alguien te amo es fácil, pero construir una relación en donde el amor se exprese en hechos concretos a lo largo de toda una vida eso es solo para adultos que aprenden cada día a madurar en el amor.

No se puede decir te amo si no se cuida al conyugue.  No se puede decir te amo cuando mis intereses y prioridades están por encima del bienestar de aquella persona a quien le prometí lealtad y fidelidad.   No se puede decir te amo cuando el otro se queda solo en casa mientras se prefiere a los amigos.

Amar es hacer bien, es cuidar, es proteger.  Amar es hacer que el otro sea una mejor persona a causa de nuestra cercanía.  Amar es hacer esfuerzos que aun implican sacrificios personales a fin de que el otro también alcance sus metas y sueños a nuestro lado.  Amar es dar lo mejor de nosotros como un regalo diario a nuestros conyugue a fin de sorprenderlo con una vida de intimidad, amistad, de bienestar y con sentido.

No solo digamos te amo como un requisito.  Vivamos amando a quien elegimos para pasar por esta la vida ¿O no nos a amado así nuestro Padre?