IDOLATRAS



Y quitará totalmente los ídolos. (Isaías 2:18)

¿Cuantas cosas en nuestra vida ocupan el lugar de Dios? ¿Nuestro hijos? ¿Nuestro conyugue? ¿Nosotros mismos? ¿El trabajo? ¿Los nietos? ¿El ministerio? o ¿El dinero?  Cualquier cosa o persona que se convierta en nuestro “único” sin duda ocupa el lugar de Dios en nuestra vida y ello, nos guste o no, es idolatría.

Somos una generación que se rinde a sus deseos y los entroniza argumentando que fuimos creados para ser felices, olvidando que nuestra vocación es dar alabanza a la gloria de nuestro Creador.  El materialismo, el consumismo y la urgencia de valía no han convertido en personan que se rinden y someten ante las grandes campañas publicitarias convirtiéndonos con ello en consumidores rapaces. Idolatras de las marcas más prestigiadas, hasta el punto de consumir “imitaciones” para sentirnos satisfechos y hasta poderosos.

Somos idolatras.  Los domingos “sacrificamos para Dios” y el resto de la semana nos convertimos en nuestros propios dioses y servidores de nosotros mismo.  No nos resistimos a que la gente cercana gire alrededor nuestro y nos admiren, para así poder utilizarles para nuestro provecho.


Dios quiere y demanda que dejemos ese comportamiento, pues nos aleja de Él, nos lastima y destruye emocionalmente a quienes están cerca.  Sí, somos idolatras y nos hemos entronizado a pesar que ante la iglesia pongamos cara de piedad.  Mejor pidamos perdón, volvámonos a Dios y roguemos nos enseñe a vivir en humildad, rectitud y sometidos a su voluntad; ello de seguro traerá mejores frutos a nuestra vida.

Comentarios

Entradas populares