EL PECADO NOS CONFUNDE
¡Presten
atención!
El Señor,
el SeñorTodopoderoso,
retira de
Jerusalén y de Judá
todo apoyo
y sustento:
toda
provisión de pan,
toda
provisión de agua.
Él retira
al valiente y al guerrero,
al juez y
al profeta,
al adivino
y al anciano,
al capitán
y al dignatario,
al
consejero, al artesano experto
y al hábil
encantador.
Les pondré
como jefes a muchachos,
y los
gobernarán niños caprichosos.
Unos a
otros se maltratarán:
hombre
contra hombre,
vecino
contra vecino,
joven
contra anciano,
plebeyo
contra noble.
Entonces un
hombre agarrará a su hermano
en la casa
de su padre, y le dirá:
«Sé nuestro
líder, pues tienes un manto;
¡hazte
cargo de este montón de ruinas!»
Pero
entonces el otro protestará:
«Yo no soy
médico,
y en mi
casa no hay pan ni manto;
¡no me
hagas líder del pueblo!»
Jerusalén
se tambalea,
Judá se
derrumba,
porque su
hablar y su actuar
son
contrarios al Señor:
¡desafían
su gloriosa presencia!
Su propio
descaro los acusa
y, como
Sodoma, se jactan de su pecado;
¡ni
siquiera lo disimulan!
¡Ay de
ellos,
porque
causan su propia desgracia! (Isaías 3:1-9)
El
pecado nos hace perder el rumbo. Nos
somete a ideas, conceptos y “verdades” que traerán dolor a nuestra vida. Nos esclaviza a liderazgos que abusan de nuestra necesidad y falta de afecto. No
somete a relaciones que sin duda alguna trastornarán nuestra vida y la
orientaran en direcciones completamente equivocadas.
El pecado
en nuestra vida germina confusión, angustian, desorientación emocional,
trastornos del sueño y alimentación, ansiedad, pero por sobre todo, nos somete
a ir en la dirección equivocada y hacer cosas y sentir emociones a las que no
hemos sido llamados. Nos hace creer que
nosotros somos nuestros propio límite y que estamos en condiciones de hacer lo
que nos plazca.
No
hay forma de pecar y vivir con rumbo cierto.
No hay forma de pecar y caminar en la verdad. No hay forma de pecar y caminar en paz por esta
vida.
Volvámonos
a Dios y dejemos que a través de su gracia y amor El lidere nuestra vida y nos
lleve por caminos de justicia.
Comentarios
Publicar un comentario