¡CUIDADO CON LA CULEBRA, QUE MUERDE LOS PIES..!

El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente. (Eclesiastés 10:8)

Es fácil creer que las cosas que hacemos no traerán consecuencias, que nos saldremos con “la nuestra” y todo estará a nuestro favor.  ¡Quien peca nunca podrá evitar el dolor que el pecado trae consigo!  Si insistimos en vivir fuera de La Verdad del Creador sin duda alguna tropezaremos.  No importa que construyamos leyes, estructuremos filosofías y prediquemos teologías que nos hagan creer que nuestra forma de vida es la correcta, sin duda, quien deja de caminar junto al Padre, terminará “mordido por la serpiente”  Depresión, trastornos del sueño, violencia, manipulación, angustia, trastornos alimenticios, familias rotas, matrimonios disfuncionales, carreras truncas, poco resultado profesional, etc. Son tan solo algunas consecuencias de creer que nuestra opinión es mejor que la Dios.

No nos alejemos de nuestro Padre y permitámosle nos enseñe a vivir como Él lo hace, solo así caminaremos seguros en esta tierra.