DEJEMOS DE SER VIOLENTOS
Martillo y
cuchillo y saeta aguda
Es
el hombre que habla contra su prójimo falso testimonio. (Proverbios 25:18)
Hablar de alguien a sus espalda, siempre
será un acto de violencia, no importa si lo que se dice sea cierto o falso. No
fuimos llamados a herir sino a traer sanidad. No fuimos llamados a menoscabar las
conductas y los logros o desaciertos de los demás sino a ser bendición. No fuimos llamados a juzgar sino a dar palabras
de aliento y esperanza. Ser verbalmente
violentos no es un comportamiento de los hijos de Dios y cuando vivimos así nos
alejamos de Él y de su gracia.
No traigamos dolor a través de lo que
decimos. No emitamos juicios sobre las
conductas de otros. Mejor actuemos como
lo hace nuestro Padre y demos gracia y misericordia a quien lo necesita, pues
nosotros estamos en la misma condición.
Comentarios
Publicar un comentario