DALE TU CORAZON
Dame, hijo
mío, tu corazón,
Y
miren tus ojos por mis caminos. (Proverbios 23:26)
¿De quién eres? Es una pregunta
complicada para personas del siglo XXi, que se perciben como independientes,
autiodeterminadas y libres. Hemos
crecido con la fantasía de que podemos pasar por la vida sin estar sujetos ni
rendir cuentas. Sin embargo, la realidad
es que no se puede vivir en la libertad que nos han hecho creer, donde son
nuestros deseos y necesidades el límite. Hemos olvidado que somos creados y por ello necesitamos pertenecer y es mejor pertenecer
al Reino de Dios.
La mejor decisión en la vida es darnos a
Dios en integridad y caminar junto a Él por esta vida. Es mejor vivir bajo el poder de Dios que ser
esclavos del pecado. Decidir
pertenecer a Dios es mejor que caminar
sin rumbo y sometido a la voluntad del maligno, pues ahí no hay amor ni
opciones.
Démonos a Dios y vivamos en su caminos, sin duda ello traerá buenos frutos en esta vida y en la eternidad.
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