BAJEMOSLE A LA SOBERBIA
No te
jactes del día de mañana;
Porque
no sabes qué dará de sí el día. (Proverbios 27:1)
Nos gusta creer que tenemos todo bajo
control. Que con facilidad, debido a nuestras virtudes y capacidades,
llegaremos a la meta. Olvidamos muy rápido los reveces del pasado y nos promovemos delante de los amigos como personas que siempre alcanzan las metas.
Todo ello es soberbia. La
realidad es que nada está bajo nuestro control.
Es por ello que la Palabra nos recuerda que, si “Dios no lo hace por
nosotros en vano trabajamos”
Debemos dejar de jactarnos de los logros
alcanzados porque estos, en su totalidad, son regalos de Dios. Desde el ánimo para salir cada día a
trabajar, hasta el dinero que ganamos cada semana o quincena, pasando por la
salud, capacidades y aun personas que aportan positivamente a nuestra vida,
todo viene de la mano del Creador. Seamos
agradecido y salgamos de ese camino de soberbia y pretensión, pues todo lo que
somos o tenemos son regalos de Dios que recibimos sin merecerlos.
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