¿Y SI PESAN TU CORAZÓN?
El crisol
para la plata, y la hornaza para el oro;
Pero
Jehová prueba los corazones. Proverbios 17:3
¡Hoy todo mundo se siente espiritual!
Todos pensamos de nosotros mismos como personas buenas y aun acuñamos frases
muy humanistas que, letra por letra nos auto confirman lo maravillosos que
somos. Pero, ¿Dios tendrá de nosotros la misma opinión? Quizá no, pues Él no pone demasiada atención
en lo que hacemos, por más bueno que esto sea. Él evalúa cuales y como son
los motivos que nos impulsan hacer “esas cosas buenas”
Sí, somos buenos creando una imagen
agradable de nosotros que muchos a nuestro alrededor “nos la compran” Les envolvemos con facilidad y encontramos
satisfacción en su comentarios agradables hacia nuestra persona. Sin embargo, con Dios no es así. El ve la realidad de nuestra alma y el dolor
que hay en ella, el cual nos impulsa a encubrir nuestro pecado dándole un
nombre más agradable.
Podemos desgastarnos en parecer lo que
no somos, pero jamás podremos engañar a Dios con ello. A nuestros padres quizá, aun a nuestros hijos
que nos conocen muy bien, a nuestro conyugue y aun al pastor de la iglesia,
pero no a Él.
Es mejor entender esto y ser honestos
con nosotros mismos. Es tiempo de dejar
de postear palabras “domingueras en Facebook” que nos hagan ver como buenas
personas y buenos cristianos, cuando en realidad vamos sobreviviendo a nuestras
propias emociones. Es mejor permitirle a Dios cambiarnos desde a dentro a fin
de lo que seamos y dejemos ver sea autentico, pues somos hijos de un Padre que
no tiene dos caras.
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