TRAIGAMOS BENDICION CON NUESTRA PALABRAS
Manantial de vida es la boca del justo;
Pero violencia cubrirá la boca de los
impíos.
(Proverbios 10:11)
Hablar
sin sentido, pareciera ser el deporte de muchos. Con facilidad criticamos lo que amigos,
familiares, compañeros de trabajo y hasta desconocidos hace. Nos resulta fácil juzgar el comportamiento de
los demás y a sus espaldas emitir sentencias sobre la forma en que educan a sus
hijos, aman, construye su relación de pareja o gastan su dinero. Usamos
nuestras palabra para causar problemas a otras personas impidiendo que otros se
relacionen abiertamente con ellos. Aun
invitemos hechos que nunca sucedieron y se los imputamos a otros causando aflicción y angustia.
Quienes
somos hijos de Dios, no podemos vivir violentando al de junto con nuestra
boca. Esto no es un comportamiento que
veamos en nuestro Padre. Debemos
aprender de El a bendecir, ha edificar con palabras ciertas y llenas de amor
las vidas de quienes nos rodean. Debemos sin duda hablar bien de todos y si
algo tenemos que decir de alguien siempre debemos hacerlo cara a cara, para que
lo dicho aunque confronte no lastime el alma.
Así vive nuestro Padre y así nosotros debemos aprender a vivir.
Que nuestra
boca sea una fuente de la que emane vida a todos aquellos que se acerque a
nosotros.
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