¡¡NOS TOCA SUDAR!!
Ve a la
hormiga, oh perezoso,
Mira sus
caminos, y sé sabio;
La cual no
teniendo capitán,
Ni
gobernador, ni señor,
Prepara en
el verano su comida,
Y recoge en
el tiempo de la siega su mantenimiento.
Perezoso,
¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te
levantarás de tu sueño?
Un poco de
sueño, un poco de dormitar,
Y cruzar
por un poco las manos para reposo;
Así vendrá
tu necesidad como caminante,
Y
tu pobreza como hombre armado. (Proverbios 6:6-11)
¡Sentados
nada pasa! Quien prioriza tener una vida
descansada poco cosechara. Esto aplica
en cualquier área de nuestra vida. Quien
desea acreditar una materia sin estudiar fracasará; quien busca una promoción
laboral sin ser eficiente seguramente será despedido; quien desea que su
conyugue le ame pero es desatento o poco confiable, seguramente terminará solo
y quien anhela que sus hijos sean personas de bien pero no invierte su vida en
ellos, solo cosechará vergüenzas.
Vivir
implica esfuerzo, dedicación y dependencia de Dios como principal ingrediente. Es nuestro deber hacer aquello a lo que
fuimos llamados y no esperar a que “los ángeles bajen y hagan nuestra parte” Dios ha hecho su trabajo, los ángeles el suyo
y nos toca a nosotros sudar un poco para cosechar el fruto que deseamos.
El
reino no solo es de los valientes, sino también de los diligentes. De quienes se
comprometen con lo que Dios ha puesto en sus manos y no se excusan de su deber.
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