AUNQUE BRILLE NO SIEMPRE ES ORO
Guarda,
hijo mío, el mandamiento de tu padre,
Y no dejes
la enseñanza de tu madre;
Atalos
siempre en tu corazón,
Enlázalos a
tu cuello.
Te guiarán
cuando andes; cuando duermas te guardarán;
Hablarán
contigo cuando despiertes.
Porque el
mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,
Y camino de
vida las reprensiones que te instruyen,
Para que te
guarden de la mala mujer,
De la
blandura de la lengua de la mujer extraña.
No codicies
su hermosura en tu corazón,
Ni ella te
prenda con sus ojos;
Porque a
causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;
Y la mujer
caza la preciosa alma del varón.
¿Tomará el
hombre fuego en su seno
Sin que sus
vestidos ardan?
¿Andará el
hombre sobre brasas
Sin que sus
pies se quemen?
Así es el
que se llega a la mujer de su prójimo;
No quedará
impune ninguno que la tocare.
No tienen
en poco al ladrón si hurta
Para saciar
su apetito cuando tiene hambre;
Pero si es
sorprendido, pagará siete veces;
Entregará
todo el haber de su casa.
Mas el que
comete adulterio es falto de entendimiento;
Corrompe su
alma el que tal hace.
Heridas y
verg:uenza hallará,
Y su
afrenta nunca será borrada.
Porque los
celos son el furor del hombre,
Y no
perdonará en el día de la venganza.
No aceptará
ningún rescate,
Ni
querrá perdonar, aunque multipliques los dones. Proverbios 6:20-35
Se nos
ofrecen tantas formas para construir nuestra vida, que ya resulta complicado
darnos cuenta del peligro que representan todas ellas. Se nos ha dicho una y otra vez que todo es válido
“mientras no lastimemos a nadie” que nos es difícil entender el error en el que
nos encontramos. Facebook, YouTube,
Twitter, etc. Nos publicitan todo el día cosas que brillan pero en realidad no
son oro.
La medida
para evaluar la vida no es el deseo del hombre.
Es solo la Palabra de nuestro Padre la que nos muestra las instrucciones
correctas para construir una vida segura, estable, emocionalmente sana y que
acumule valores para la eternidad. Es esa Palabra la única verdad que nos puede
salvar de relaciones amorosas insanas y de estructuras familiares
insatisfactorias. Es solo esa Palabra,
la única que nos puede mostrar el camino que nos lleve hacia una eternidad con
Dios. Todo lo demás nos puede parecer
oro, sin embargo por más que brille y seduzca, su final será doloroso y amargo.
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