ES DIOS QUIEN ME CUIDA
A las
montañas levanto mis ojos;
¿de dónde
ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda
proviene del Señor,
creador del
cielo y de la tierra.
No
permitirá que tu pie resbale;
jamás
duerme el que te cuida.
Jamás
duerme ni se adormece
el que
cuida de Israel.
El Señor es
quien te cuida,
el Señor es
tu sombra protectora.
De día el
sol no te hará daño,
ni la luna
de noche.
El Señor te
protegerá;
de todo mal
protegerá tu vida.
El Señor te
cuidará en el hogar y en el camino,
desde
ahora y para siempre. (Salmo 121)
¿Quien te cuida? ¿Tus amigos? ¿Tu conyugue? ¿En quien confías plenamente como para darle
el cuidado de tu vida y la de tu familia?
Sin duda hay gente que nos ama y se preocupa por nosotros y haría hasta
lo imposible por nuestro bienestar pero no tiene el control ni el poder sobre
toda circunstancia como para darnos el cuidado y protección que en ocasiones se
necesitan.
Si nuestra confianza y seguridad esta en los iguales a
nosotros, difícilmente pasaremos por la vida sin raspones. La violencia social, la critica y los
señalamientos que enjuician, el desamor, la enfermedad, la influencia negativa
de algunos que están cerca o la palabra que lastima harán de nuestra existencia
un laberinto sin salida. En realidad
nadie fuera de Dios puede cuidarnos en el camino de cada día. El y solo El es quien puede cuidarnos y
defendernos a lo largo de nuestra vida y llevarnos a buen puerto cuando
nuestros años se acaben. El nos libra de
la angustia, del dolor físico, de la desesperanza que el abandono físico y
emocional ocasionan pero por sobre todo, solo El es el único quien rompe la
maldición del pecado en nuestra vida.
Demos gracias por quienes nos aman y cuidan, pero depositemos
nuestra confianza en Dios pues su amor perfecto le mueve cada instante a darnos
la protección que tanto necesitamos y la que sin duda nos dará libertad,
esperanza y fuerza para vivir.
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