SOY AMADO




¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Démosle gracias porque él es bueno!
        ¡Dios nunca deja de amarnos! (Salmo 106:1)

Gastamos la vida buscando que nuestro padres nos amen o que nuestros hijos nos amen o que la persona a quien amamos nos ame y después de mucho decir, hacer e insistir terminamos tristes, decepcionados y adoloridos.  No eta mal buscar sentirnos amados, pero se convierte en una tarea inútil porque ese amor nunca nos será suficiente.  Seguro que nuestros padres nos ama y nuestros hijos ( a su forma) y nuestra esposa o esposo también lo hace lo mejor que puede, pero a pesar de ello muchas veces nos sentimos insatisfechos.  ¿Por qué?  Porque es solo el amor de Dios recibido y disfrutado de la manera correcta el que puede satisfacer nuestra sed de amor.


No busquemos más de lo que  nuestros seres queridos nos pueden dar.  Quitémosles la carga de hacernos sentir especiales y amado y mejor vayamos a nuestro Padre y dejemos que el nos ame, pues es solo a través de ese amor que la vida adquiere sentido y nuestra necesidad de pertenencia y valía puede encontrar respuesta.  Dejemos que su amor nos sane y nos haga sentir aun más que especiales: ¡nos haga sentirnos sus hijos!

Comentarios

Entradas populares