LA VIDA SE DISFRUTA MEJOR ACOMPAÑADOS

Alabaré a Jehová con todo el corazón

En la compañía y congregación de los rectos. (Salmo 111:1)

Reunirnos con la iglesia es uno de los mejores regalos que Dios nos ha dado.  No todos tienen buen carácter,  ni todos son tan amables siempre; pero aun así  es una bendición de Dios tenerlos y poder estar juntos. A veces hablan de más o sin pensar, otras más pueden llegar a ser “pesados” en su trato, pero es una dicha ser parte de ellos.

No hay forma de ser creyente y crecer en la fe, sin la iglesia.  No me refiero al rito, sino a las personas. Al cuerpo de Cristo.  Es la oportunidad de convivir y a  veces rasparnos lo que siempre será una “palanca emocional” que promoverá el crecimiento en nuestra vida.  Leer la Palabra, orar y alabar a Dios siempre adquiere un mejor significado personal, cuando lo hacemos con la iglesia. Reír al pasar una tarde juntos, aprender cosas nuevas mientras se toma un café o disfrutar de una tarde de paseo siempre es mejor con la iglesia.

No vivamos en soledad, Dios nos ha regalado a su iglesia para que la vida resulte mejor, mas interesante y retadora.