EL NOS HIZO

Reconozcan que él es Dios;

él nos hizo, y somos suyos.

Nosotros somos su pueblo:

¡él es nuestro pastor,

y nosotros somos su rebaño! (Salmo 100:3)

Somos una generación que vive sin Dios.  Metidos en la iglesia pero sin Dios.  Muy en nuestra cosas, tras nuestras metas y propósitos personales pero sin Dios.  Nos gusta creernos autosuficientes y sumamente capaces de lograr casi todo. 

En nuestra vida cotidiana Dios no trasciende las paredes del templo ni del rito.

Reconocer  que El es Dios es un ejercicio diario que nos hace mucha falta.  Nos recuerda nuestra verdadera posición: “El nos hizo”  No surgimos de la casualidad por generación espontanea, nos hacer recordar que nos somos productos de procesos evolutivos dirigidos por “fuerzas” amorfas y sin identidad”, nos plantea la verdad de que no somos independiente ni autosuficientes.  No nos deja olvidar que sin duda SOMOS SUYOS y por ser suyos existimos y dependemos de El.

El verdadero logro de la vida no se encuentra en alcanzar metas, en ser amados o en lograr la felicidad según nuestros estándares.  El éxito radica en entender quienes somos delante del Creador y de lo maravilloso y satisfactorio que resulta vivir dependiendo de El.