LO NORMAL NO SIEMPRE ES BUENO
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,
El Señor no me habría escuchado (Salmo 65:18)
El Señor no me habría escuchado (Salmo 65:18)
Nada como el pecado aprendido en casa para apartar nuestra vita de
Dios. Es que nos resulta tan normal y
familiar que no le consideramos un mal comportamiento y nos hace resbalar con
facilidad.
La forma en que amamos, perdonamos, trabajamos, compartimos el
tiempo, servimos, gastamos nuestro dinero o lo ahorramos, como somos en el roll
de hijos o en el de padres, la clase de hermanos que somos, la manera en que
hablamos, cuando manipulamos para conseguir lo que deseamos de otros y la
manera en que fingimos interés, la forma en que mentimos para omitir las reglas
establecidas y sus consecuencias, todo ello y más lo vimos en nuestra familia
de una u otra forma y nos resulta tan común y tan nuestro que no nos damos
cuenta cuando en ello hay maldad. Nos es tan común comportarnos de cierta forma
que ya no nos damos cuenta que ello nos aleja de Dios como lo hizo con nosotros
padres y abuelos. Solo Dios puede abrir
nuestros ojos para ver la maldad que nos es oculta y poder permanecer cerca de
Él para no resbalar.
Si consideramos que todo lo que hacemos es bueno y los motivos para
hacerlo también lo son solo porque es socialmente aceptado seguro resbalaremos
y perderemos el rumbo que Dios ha trazado para nosotros. Solo Dios nos puede librar de las conductas
que nos son tan “normales” pero que detrás de ella se esconde una maldad que
destruye generaciones y enajena conciencias.
Comentarios
Publicar un comentario