¿DIOS ES TU DESEO... DE VERDAD?


Resultado de imagen para DESEAR
Dios mío,
yo quiero hacer siempre
lo que tú ordenes;
¡enséñame a hacerlo!
Pon en mí este único deseo:
¡adorarte sólo a ti! (Salmo 86:11)

¿Qué deseas? ¿Qué cosas, emociones, experiencias, sensaciones, personas o bienes de consumo son el anhelo de tu corazón y poseerlos te hace sentir que todo está bien en tu vida?

Somos una generación condicionada a buscar sensaciones para sentirnos bien. Hasta sufrimos de depresión y ansiedad cuando percibimos que los gratificantes deseados no están.  Sin embargo, aunque el domingo en la mañana nos casamos de decir  y catarlo, en la lista de nuestras necesidades Dios no ocupa los primeros lugares y para ser honestos en muchos casos ni en la lista esta.  Es tanta nuestra urgencia de vivir para nosotros que hasta las cosas de Dios las hacemos para nuestra satisfacción.

¿En verdad Dios es nuestro deseo tal y como lo cantamos tan bonito los domingos en la reunión de la iglesia? Si en verdad deseamos ser sanados, debemos de concluir que no lo es.  Esta es una asignatura pendiente y urge que le pongamos atención.  Tenemos que dejar de simular que >Dios es nuestro todo.  Quizá nuestro líder de célula nos lo crea, los hermanos de la congre quizá también nos compre nuestra actuación y hasta el pastor nos felicite por nuestra entrega, pero Dios no.  Mientras que no aprendamos a satisfacernos en Dios por las vías correctas difícilmente Él será nuestro deseo.

Pidamos a Dios nos sane del mal aprendizaje en esta área de nuestra vida.  Pidamos a Dios nos permita dejar de aparentar. Roguemos porque aprendamos a encontrar satisfacción por los caminos correctos.  Hagamos de Dios nuestro verdadero deseo.
 

Comentarios

Entradas populares