TAMBIEN EN LOS TIEMPOS MALOS
Oh
Dios, sálvame por tu nombre,
Y con tu poder defiéndeme.
Y con tu poder defiéndeme.
2 Oh
Dios, oye mi oración;
Escucha las razones de mi boca.
Escucha las razones de mi boca.
3 Porque
extraños se han levantado contra mí,
Y hombres violentos buscan mi vida;
No han puesto a Dios delante de sí. Selah
Y hombres violentos buscan mi vida;
No han puesto a Dios delante de sí. Selah
4 He
aquí, Dios es el que me ayuda;
El Señor está con los que sostienen mi vida.
El Señor está con los que sostienen mi vida.
5 El
devolverá el mal a mis enemigos;
Córtalos por tu verdad.
Córtalos por tu verdad.
6 Voluntariamente
sacrificaré a ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
7 Porque él me ha librado de toda
angustia,
Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos. (Salmo 54)
Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos. (Salmo 54)
Alabar a Dios cuando todo pinta bien
no es complicado, pero cuando los amigos dan la espalda, cuando la economía es
escaza, cuando la salud esta mermada, los hijos no dan muchos motivos para sonreír
o cuando el esposo o la esposa han dejado ver lo que antes se esforzaban por
ocultar, sin duda alguna el asunto de dar gracias a Dios aun por ello se
complica.
Agradecer la bondad de Dios cuando las
cosas están a nuestro favor nos “sale muy natural” pero cuando nada de lo que
nos ocurre nos gratifica, la adoración muchas veces se convierte en dudas o aun reproches. Olvidamos que no adoramos a Dios solo por las
cosas buenas, sino también por aquello que no es como deseamos pero que nos
ayuda a crecer y madurar, pues eso también viene de la mano de nuestro Padre.
Es en medio del conflicto en donde debemos aprender a dar gracias a Dios y
darnos en una adoración sincera aun y a pesar de que el dolor aseche nuestras
almas. No le adoramos ni le agradecemos
porque todo nos resulte positivo o a nuestro favor. Le adoramos porque aun en medio de las
crisis, el sigue siendo Dios.
No solo en los tiempos buenos demos
gloria a Dios, aun en los tiempos pocos gratificantes debemos agradecer y dar
gloria a nuestro Dios.
Comentarios
Publicar un comentario