Y SIN EL, ¿A DONDE VAMOS?
Que
Dios te responda
cuando te encuentres en aprietos;
que el Dios de Israel
te brinde su protección.
2 Que Dios te envíe su ayuda
desde su santuario;
que Dios te dé su apoyo
desde Jerusalén.
3 Que Dios se acuerde siempre
de todas tus ofrendas,
y reciba con gusto los animales
que presentas en su honor.
cuando te encuentres en aprietos;
que el Dios de Israel
te brinde su protección.
2 Que Dios te envíe su ayuda
desde su santuario;
que Dios te dé su apoyo
desde Jerusalén.
3 Que Dios se acuerde siempre
de todas tus ofrendas,
y reciba con gusto los animales
que presentas en su honor.
4 Que
Dios te conceda
lo que pidas de todo corazón,
y que haga realidad
lo que pienses hacer.
5 ¡Lanzaremos gritos de alegría
cuando Dios te conceda la victoria,
y alabando a nuestro Dios
haremos ondear las banderas!
¡Que Dios te conceda
todo lo que pidas!
lo que pidas de todo corazón,
y que haga realidad
lo que pienses hacer.
5 ¡Lanzaremos gritos de alegría
cuando Dios te conceda la victoria,
y alabando a nuestro Dios
haremos ondear las banderas!
¡Que Dios te conceda
todo lo que pidas!
6 Ahora
estoy bien seguro
de que Dios le dará la victoria
al rey que él ha elegido.
Sé que Dios le responderá
desde su santo cielo;
sé que con su poder
le dará al rey grandes victorias.
de que Dios le dará la victoria
al rey que él ha elegido.
Sé que Dios le responderá
desde su santo cielo;
sé que con su poder
le dará al rey grandes victorias.
7 Algunos
confían en sus carros de guerra,
otros confían en sus caballos,
pero nosotros sólo confiamos
en nuestro Dios.
8 Esa gente tropezará y caerá,
pero nosotros nos levantaremos
y seguiremos de pie.
otros confían en sus caballos,
pero nosotros sólo confiamos
en nuestro Dios.
8 Esa gente tropezará y caerá,
pero nosotros nos levantaremos
y seguiremos de pie.
9 Dios nuestro,
¡dale al rey la victoria!,
¡respóndenos cuando te llamemos! (Salmo 20)
¡dale al rey la victoria!,
¡respóndenos cuando te llamemos! (Salmo 20)
Vivimos en una sociedad que nos
enseña a competir, a pelear por lo que se desea, a buscar la forma de ser
competentes y sobresalir a toda costa a través del ejercicio de nuestros
talentos y habilidades por medio de crear una buena imagen de sí mismo
comenzando por una buena apariencia. Se
nos demanda tener éxito y si no se adquiere, entonces se nos evalúa como
fracasados. Sin embargo nos enseñan que
una vida exitosa comienza en Dios.
No hay forma de ser personas profesionalmente
exitosas sin Dios guiando nuestra vida. No
hay manera de construir y ejercitar una paternidad responsable que beneficie a
nuestros hijos en cualquier etapa de su vida, sin que Dios no tenga el control
de ello. La posibilidad de construir una
relación sana de pareja es solo un sueño si Dios no es quien la construye. No hay manera de disfrutar la vida si no
aprendemos a vivirla de Dios. Si el no
responde nuestra oraciones y suplicas aunque nosotros nos aferremos a lograr
nuestras metas, jamás veremos a victoria.
Si Dios no sale a nuestra defensa seremos presa de cañón del humanismo,
del sensualismo, del materialismo, de la religiosidad, del pesimismo y de
nuestras propias emociones y mentiras.
Solo la acción oportuna de Dios en
nuestra vida puede darnos la victoria sobre toda circunstancia en cualquier
etapa de nuestra vida.
Comentarios
Publicar un comentario