EN LOS BRAZOS DE PAPA
Tú, Dios mío,
eres la fuerza de tu pueblo;
danos la victoria,
pues somos tu pueblo elegido.
¡Sálvanos y bendícenos!
¡Llévanos en tus brazos,
pues tú eres nuestro pastor! (salmo 28:8-9)
eres la fuerza de tu pueblo;
danos la victoria,
pues somos tu pueblo elegido.
¡Sálvanos y bendícenos!
¡Llévanos en tus brazos,
pues tú eres nuestro pastor! (salmo 28:8-9)
¿Qué tanto nos dejamos cuida
por Dios? El salmista había aprendido
que no hay lugar más seguros que en los brazos del padre.
Muchas veces perdemos demasiado porque no queremos estar bajo la protección
y cuidado de Dios. >La grampa del pensamiento
humanista nos ha hecho creer que no necesitamos del cuidado, protección y
supervisión de Dios. Hemos entendido mal
lo que en realidad significa ser independientes. La realidad que en medio de una vida que
muchas veces se convierte en un remolido feroz, ninguna lugar es más seguro que
los brazos del Padre. Nuestra
independencia y autonomía comienza cuando entendemos que necesitamos el amor y
cuidados de Dios. Do otra forma solo es
rebelión.
Dios quiere cuidarte y protegerte.
Quiere que aprendas a disfrutar de su amor, en verdad desea que tu vida
sea aún más de lo que tú pretendes, pero para ello, necesitas aprender a estar
cerca de Él y someterte incondicionalmente a su amor. Nada es mejor.
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