¿Y LA FIESTA PA' QUIEN ES?
1-2 Dios
mío, Dios altísimo,
yo quiero alabarte de todo corazón.
Quiero expresarte mi alegría;
¡quiero cantarte himnos
y hablar de tus maravillas! (Salmo 9:1-2)
yo quiero alabarte de todo corazón.
Quiero expresarte mi alegría;
¡quiero cantarte himnos
y hablar de tus maravillas! (Salmo 9:1-2)
¿Qué tanta
gratitud tienes hacia Dios? ¿Hasta qué punto deseas ofrendar tu alegría a Dios
y gozarte a su lado por todo lo que Él ha hecho por ti?
Siempre deseamos
algo: trabajo, dinero, diversión, amor, sexo, hijos, éxito, etc. Pero ¿Cuánto deseamos a Dios? ¿Cuánto
deseamos alegrarnos en y con Él? David
se dio cuenta que nada era más gratificante para el corazón que darse en
gratitud, alegría y fiesta a Dios. Era
tanta su gratitud que desea decirle a todo lo que Dios había hecho en su
vida. A veces nosotros no tenemos ese
mismo deseo. Nos dejamos llevar de tal manera por la
corriente de nuestra cultura que terminamos deseando y anhelando lo que otros
nos dicen a través de los medios electrónicos de comunicación.
No podemos
olvidar lo que Dios ha hecho por nosotros.
Al contrario debemos tomar tiempo para darnos a Él con alegría y fiesta
y nunca debemos perder la oportunidad de compartir con otros lo que Dios hace
cada día a nuestro favor.
Comentarios
Publicar un comentario