¿Y COMO ES QUE ERES FELIZ?
Dios bendice
a quienes no siguen malos consejos
ni andan en malas compañías
ni se juntan con los que se burlan de Dios.
a quienes no siguen malos consejos
ni andan en malas compañías
ni se juntan con los que se burlan de Dios.
2 Dios
bendice
a quienes aman su palabra
y alegres la estudian día y noche. (Salmo 1:1-2)
a quienes aman su palabra
y alegres la estudian día y noche. (Salmo 1:1-2)
¿Cómo construimos nuestra
felicidad? ¿En base a que creemos ser felices? ¿Sobre qué hechos elaboramos
nuestras sonrisas? La realidad es que es
que tratamos de ser felices según vimos a nuestros padres serlo, en base a lo
que vemos en los medios electrónicos de comunicación y según nuestros amigos
nos muestran con su propia vida. Creemos
ser felices si nos sentimos amados, si tenemos un buen empleo y buen salario,
si nos lo pasamos bien el fin de semana, si poseemos los bienes de consumo
publicitados a destajo por la tv.
Sentimos ser felices si la vida es como nos han contado que debe ser.
Sin embargo David aprendió que todo ello pasa y que lo que hoy nos hace reír
mañana nos resulta aburrido. Aprendió
que la felicidad es otra cosa muy distinta a lo que pensamos.
La felicidad viene de no seguir
el estilo de vida de quienes caminan sin Dios.
De quienes no confunden los valores temporales con los eternos. Aprendió
que la felicidad viene de vivir como Dios vive y de priorizarlo a Él por encima
de cualquier cosa. David se dio cuenta
que la vida feliz es el resultado de vivir en la verdad de Dios aunque eso
implique ir contra corriente o negarse a sí mismo. ¿Por qué? Porque la felicidad no es la ausencia de
frustración sino del resultado de aprender a lidiar con ella. Uno solo puede ser feliz si aprende a vivir
como Dios vive. Los medios electrónicos de
comunicación nos prueben ideas falsas de una una vida feliz. “Tu haz lo que
quieres y serás feliz” nos dicen; “ten
na vida sexual activa y placentera y serás feliz” nos informan; “acumula riqueza y todo estará súper”
nos promueven; pero todo ello son verdades a medias en el mejor de los casos. Le ponen música, un buen beat y ponen a
catarlas a Ricky Martin; Mark Anthony; El Recodo, etc. Y nosotros nos la
creemos, sin darnos cuenta que estos que cantan, no viven sus propias verdades
y terminan suicidándose, anclados al alcohol o a la cocaína o metidos en
problemas, de amores, económicos y legales.
La felicidad viene de Dios. La felicidad es el resultado de vivir en su
verdad. De ajustar la vida a sus
principios y de disfrutar cada una de las bendiciones que vienen de su
mano. Solo en Dios hay felicidad y diversión para esta vida y para la
eternidad.
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