¿BUENAS NOCHES?
Yo
me acuesto,
y me duermo,
y vuelvo a despertar,
porque tú vigilas mi sueño. (Salmo 3:5)
y me duermo,
y vuelvo a despertar,
porque tú vigilas mi sueño. (Salmo 3:5)
¿Descansamos? ¿Nuestra
alma descansa segura cada noche? David
aprendió que solo en Dios podía dormir tranquilo.
¿Qué te está
quitando el sueño? ¿Qué es aquello que
no te deja descansar tranquilo y levantarte con ánimo cada mañana? Muchas veces son los problemas con los hijos,
la enfermedad, otras veces más los conflictos con el conyugue no nos permiten
descansar tranquilos. También no
descansamos cuando lo que estamos haciendo en nuestra vida no nos satisface o
entendemos que no está del todo bien la forma en que nos estamos comportando
con la gente que nos rodea y ello roba la paz y la tranquilidad que Dios nos regaló. David tenía enemigos que asechaban su vida y
querían matarle, hoy nosotros también tenemos enemigos poderosos que roban
nuestra paz en la noche y nos quitan el descanso que Jesús no regalo en la cruz.
Sin embargo de todos ellos Dios nos quiere librar para que cada mañana podamos
sentirnos fortalecidos y animado para comenzar el día.
Solo el accionar
de Dios en nuestra vida puede darnos la tranquilidad de cerrar los ojos y
perdernos en su amor para descansar tranquilos, tener dulces sueños y disfrutar
del descanso nocturno. No es el té de las doce flores, ni el de tila
lo que trae descanso a nuestra alma. Solo el amor y los cuidados de Dios, nos harán
dormir como bebes y despertar con ánimo cada día.
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