¿LE EXTRAÑAS?
Una
vez más, Job respondió:
2 «¡Extraño aquellos tiempos,
cuando Dios mismo me cuidaba!
3 ¡No me daba miedo la oscuridad
porque Dios alumbraba mi camino!
4 ¡Estaba yo joven y fuerte,
y Dios me bendecía con su amistad! (Job 29:1-4)
cuando Dios mismo me cuidaba!
3 ¡No me daba miedo la oscuridad
porque Dios alumbraba mi camino!
4 ¡Estaba yo joven y fuerte,
y Dios me bendecía con su amistad! (Job 29:1-4)
¿Qué extrañamos de
Dios? ¿Sentimos que nos hace falta o vivimos sin darnos cuenta que estamos
lejos de Él? Job extrañaba el cuidado, la protección y la amistad de Dios.
Anhelaba que esos tiempos regresaran a su vida.
Deseaba una vez más disfrutar lo que en el pasado era parte de su vida.
No necesitamos dejar
de ir a la iglesia para caminar lejos de Dios.
Ni tan siquiera necesitamos dejar de servir en la congregación para
estar fuera de su voluntad y caminos. En
realidad si somos honestos tendríamos que darnos cuenta que en mucho de nuestro
día nos apartamos de Dios. Sin embargo
vivimos como si no extrañáramos su compañía.
Anhelamos la amistad de muchos a quienes le damos valor, el cuidado de
la gente que nos resulta significativa y la protección de quienes nos hacen
sentir seguros, pero tal pareciera que a Dios no lo extrañamos en nuestra vida.
Nos dejamos seducir
tanto por esta sociedad tan secularizada que cuando caminamos lejos de Dios ni
cuenta nos damos. Aun y cuando las
consecuencias de nuestros hechos nos someten, seguimos sin percatarnos de que a
Dios lo hemos dejado a la distancia.
¿Extrañamos el amor y
cuidado de Dios o nos volvemos locos por lo que esta generación llena de
humanismo, secularismo y sensualismo nos ofrece? No caminemos lejos de quien a mo de tal manera
que hasta su vida Dios por nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario