¿LE EXTRAÑAS?


Una vez más, Job respondió:

«¡Extraño aquellos tiempos,
cuando Dios mismo me cuidaba!
¡No me daba miedo la oscuridad
porque Dios alumbraba mi camino!
¡Estaba yo joven y fuerte,
y Dios me bendecía con su amistad! (Job 29:1-4)

¿Qué extrañamos de Dios? ¿Sentimos que nos hace falta o vivimos sin darnos cuenta que estamos lejos de Él? Job extrañaba el cuidado, la protección y la amistad de Dios. Anhelaba que esos tiempos regresaran a su vida.  Deseaba una vez más disfrutar lo que en el pasado era parte de su vida.

No necesitamos dejar de ir a la iglesia para caminar lejos de Dios.  Ni tan siquiera necesitamos dejar de servir en la congregación para estar fuera de su voluntad y caminos.  En realidad si somos honestos tendríamos que darnos cuenta que en mucho de nuestro día nos apartamos de Dios.  Sin embargo vivimos como si no extrañáramos su compañía.  Anhelamos la amistad de muchos a quienes le damos valor, el cuidado de la gente que nos resulta significativa y la protección de quienes nos hacen sentir seguros, pero tal pareciera que a Dios no lo extrañamos en nuestra vida.

Nos dejamos seducir tanto por esta sociedad tan secularizada que cuando caminamos lejos de Dios ni cuenta nos damos.  Aun y cuando las consecuencias de nuestros hechos nos someten, seguimos sin percatarnos de que a Dios lo hemos dejado a la distancia.

¿Extrañamos el amor y cuidado de Dios o nos volvemos locos por lo que esta generación llena de humanismo, secularismo y sensualismo nos ofrece?  No caminemos lejos de quien a mo de tal manera que hasta su vida Dios por nosotros.
 
 

Comentarios

Entradas populares