¿ES DIOS O UN PASATIEMPO?

 

⁹ »Hay tanta maldad en el mundo
que la gente pide ayuda;
pide ser librada de los poderosos.
¹⁰ ¡Pero nadie pregunta por Dios,
que por las noches nos da fuerzas!
¡Nadie pregunta por el Creador, (Job 35:9-10)

Hay tantas cosas que nos desaniman en esta vida.  La pobreza, la enfermedad, el desempleo, la violencia, el desamor, la traición de quienes amamos o valoramos, tantos obstáculos por salvar cada día para reír un poco, etc.  Reclamamos a Dios muchas veces por todo ello y a veces sentimos que no teneos respuesta.  Pedimos cosas a Dios y cuestionamos su accionar pues nos parece ilógico su proceder.  Sentimos que merecemos más y recibimos muy poco y por todo ello nos quejamos ante Dios. Pero ¿Cuántas veces teneos una actitud correcta para Dios? ¿Cuánto de nuestra vida en verdad le da honra?

Priorizamos tantas cosas a lo largo de nuestra vida pero no a Dios.  Dedicamos nuestra vida a muchas metas y propósitos pero no a Dios.  Les damos valor a muchas personas pero no a Dios.  En el mejor de los casos nos comprometemos a ir cada domingo a la iglesia o a participar en algún programa, pero nuestro corazón encuentra motivos equivocados aun para ello.  La realidad es que Dios no es el centro de nuestra vida.  Aun para servirle la razón que nos impulsa somos nosotros mismo.

Damos tumbos y erramos por ser tan egoístas.  Por solo pensar en nuestra propia satisfacción por encima de Dios.  Por poner nuestra vida en la búsqueda de metas temporales y no de la verdad eterna del Padre.  Sufrimos y nos desanimamos porque Dios no representa más que una actividad de iglesia, una doctrina o una religión.

Es tiempo de que cambiemos esto.  Es tiempo de poner a Dios como prioridad en nuestra vida y permitirle que Él oriente nuestra vida y nos permita vivir como Él lo hace.  Solo así valdrá la pena todas las cosas.