¿AZUCAR AMARGA?

»Ellos creen que la maldad
es dulce como un caramelo,
y la siguen saboreando,
pues no quieren renunciar a ella. (Job 20:12-13)

Vivimos en una sociedad en donde lo malo es bueno y lo bueno malo. Hemos aprendido desde muy jóvenes a construir nuestra vida con valores e ideas que a la vista nos resultan buenas y apetecibles, peo que al paso del tiempo queda claro que el único fruto que de ello viene es dolor.

Nada bueno viene de la desobediencia, el engaño, la soberbia, la manipulación y la intolerancia entre muchas conductas más que dejan mucho que desear.  Por lo medios electrónicos de comunicación se nos promueven formas de vida que nos resultan interesantes porque creemos que a través de ellas podremos ser felices, alcanzar nuestra metas o disfrutar la vida.  Nos resultan “dulces como el caramelo” sin darnos cuenta que al final esa dulzura se convierta en algo amargo que pesa y duele.  Nos resulta difícil renunciar a lo que creemos nos dará sensaciones de placer, satisfacción o alegría, sin embargo nada está más lejos de ello.

Una vida sin Dios nunca será dulce.  Jamás producirá buenos frutos y mucho menos llegaremos a donde pretendemos.  La conducta llena se soberbia, orgullo y mentira, aun por muy moral que esta sea, jamás nos dará una renta buena.  Sin Dios en la vida, somos nosotros los manipulados y lo que vivimos una farsa que tarde o temprano caerá sobre nosotros.

Seamos honestos con nosotros mismos y renunciemos a lo que a la vista se ve como oro pero que en realidad es basura.  Mejor dependamos de Dios y permitámosle nos enseñe a vivir para poder ser feliz y hacer con ello felices a los que nos rodean.