LA PALABRA QUE CONSUELA ESTA EN DIOS


 
Elifaz le dijo a Job:

«Puede ser que no te guste
lo que tengo que decirte,
pero no puedo quedarme callado.
Si bien recuerdo,

tú fuiste maestro de muchos
y animabas a los desanimados;
palabras no te faltaban
para alentar a los tristes
y apoyar a los débiles.
Pero ahora que sufres,
no lo soportas
y te das por vencido.
Según tú, no haces nada malo,
¿por qué entonces desconfías de Dios?

»¡No me vayas a decir
que quien hace lo bueno
sufre y acaba mal!
He podido comprobar

que quien mal anda mal acaba.

»Cuando Dios se enoja,
con un soplo destruye al malvado,
10-11 y aunque ruja o gruña como león,

Dios le romperá los dientes.
Como no podrá comer,
se morirá de hambre,
y sus hijos tendrán que huir (Job 4:1-11)

Cuando la vida va bien todos quieren compartirla con nosotros, pero cuando las cosas se empiezan a poner “color de hormiga” entonces todos tiene una explicación del porque estamos pasando por esa situación tan dura.  Job lo vivió en carne propia y sufrió las palabras duras de quienes estimaba.

Hay días en que necesitamos palabras de aliento y sin embargo encontramos crítica de parte de los amigos.  Quizá necesitamos muchas veces es cuchar de nuestro conyugue un “nosotros saldremos adelante” y en vez de ello de alguna forma solo percibimos un “es tu problema a ver como lo resuelves porque a mí no me gusta”  Muchas veces más necesitamos escuchar de la gente de la iglesia un “no te preocupes, Dios te sostendrá y te sacara de ello” y en vez de eso solo es cuchamos “seguramente hay pecado en su vida por eso esta como esta” ¿Por qué pasa esto? Porque nos acercamos a la persona incorrecta.  Porque esperamos más de quienes no pueden dar ya “un tono más alto”  Porque confiamos en quienes también sufren y de alguna manera necesitan sacar también su frustración.  Nos pasa esto porque no vamos a Dios y descansamos en Él.

La Palabra de aliento y esperanza está en Dios.  No en el compadre, los hijos, los padres o el conyugue.  Solo Dios entiende el dolor de nuestra alma y sabe “donde duele”  Comprende porque duele y tiene bien definida la razón del porque permite que nos duela.  Es por ello que la Palabra cierta para nosotros solo la escucharemos de la boca de Dios y su efecto no solo traerá consuelo sino también sanidad y restauración.

No tomemos ya los malos “slogan” de la sociedad contemporánea que se repiten una y otra vez en Facebook, Twitter, Instagram, etc.  Busquemos a Dios y digámosle que necesitamos de su Palabra para encontrar consuelo en nuestra vida.  Él nunca nos criticará y mucho menos nos dará respuestas fáciles ni vías equivocadas para transitar por la vida.
 
 

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