EL NUNCA NOS CRITICARÁ
Al
oír las palabras de Job, su amigo Zofar le dijo:
2 «¡Tantas palabras sin sentido
no pueden quedar sin respuesta!
¡Un charlatán como éste
no puede ser inocente!
3 ¿Vamos a quedarnos callados
ante tantas tonterías?
¿Y acaso vas a burlarte de nosotros
sin que te respondamos?
4 Tú aseguras estar en lo correcto,
y no haber hecho nada malo.
5 ¡Cómo me gustaría ver
que Dios mismo te acusara,
6 y que te hiciera saber
los secretos de la sabiduría!
Así podrías darte cuenta
de que Dios no te ha castigado
como te mereces. (Job 11:1-6)
no pueden quedar sin respuesta!
¡Un charlatán como éste
no puede ser inocente!
3 ¿Vamos a quedarnos callados
ante tantas tonterías?
¿Y acaso vas a burlarte de nosotros
sin que te respondamos?
4 Tú aseguras estar en lo correcto,
y no haber hecho nada malo.
5 ¡Cómo me gustaría ver
que Dios mismo te acusara,
6 y que te hiciera saber
los secretos de la sabiduría!
Así podrías darte cuenta
de que Dios no te ha castigado
como te mereces. (Job 11:1-6)
Qué difícil es cuando
los que están ceca, a quienes consideramos amigos, por quienes sentimos afecto,
tienen palabras duras para nosotros. Ya
sea nuestro conyugue, un hijo, nuestros padres, amigos o compañeros de trabajo
por quien “hemos metido en algún momento las manos” Job lo vivió en carne propia. Sus dos mejores amigos se sentían ofendidos
pues creían que Job les había engañado toda la vida. Pus creían como muchos
hoy, que si algo no se ve como ellos piensan es porque Dios está castigando.
Es difícil relacionarnos
con personas que no emitan juicios sobre nosotros. Aun quienes no nos conocen
seguro tienen una opinión sobre uno. Sin
embargo, cuando los afectos están involucrados sin duda se termina adolorido. Solo Dios es el único que tiene para nosotros
la Palabra correcta, la palabra que nos sana, alienta, edifica, fortalece y
bendice. Aun y a pesar de que nos
reprenda jamás nos lastimará. Nadie más que Él mostrará empatía cuando
pasemos por tiempos de tristeza. El y
nadie más sufrirá o se alegrará a nuestro lado.
El nunca fingirá su afecto por nosotros.
Él no nos señalará nuestro error ni condenará sin amarnos e identificarse
con nosotros.
No vayamos con
quienes necesitan lo mismo que nosotros.
Cuando nos sintamos mal, recurramos a quien nos ama como nadie más lo
hará y quien en lugar de criticarnos y hacernos sentir culpables, nos mostrará
nuestro error, nos ayudará a cambiar y nos sostendrá en ese cambio.
Comentarios
Publicar un comentario