DESPUES DEL NIÑOS AHOGADO...


 
 
Después de estas cosas, sosegada ya la ira del rey Azuero, se acordó éste de Vasti, de lo que ella había hecho, y de la sentencia contra ella. (Ester 2:1)

 

Azuero en verdad se había embriagado y enojado en contra de su reina, de tal forma que las emociones descontroladas lo llevaron a decidir cosas que no necesariamente quería y alcanzo resultados que no necesariamente deseaba.

A nosotros nos pasa igual.  Decidimos para nuestra vida, desde el deseo, la depresión, el enojo o el miedo y terminamos metidos exactamente de donde queríamos huir.   No se puede  construir una vida desde que nos satisfaga desde el dolor.  Dios no nos llamó a decidir desde el dolor.  La realidad que cuando actuamos de esa forma terminamos igual que Azuero; dándonos cuenta que la nueva realidad es más complicada que la anterior. 

Debemos de aprender a confiar en la dirección de Dios para nuestra vida.  Es tiempo ya de permitirle que sane nuestra alma del dolor que produce el miedo a fin de que podamos decidir mejor lo que está por delante.  Se hace necesario que aprendamos que huir de la angustia, miedo, soledad, aburrimiento, ansiedad a través de construir métodos que a nosotros y no a Dios, nos parezcan buenos, siempre terminará metiéndonos en el hoyo del que queremos escapar.  No corramos tras nuestras ideas sino hacia quien lo dio todo para salvarnos del error de decidir mal y construir nuestra vida de manera equivocada.

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