Para rosadista y quemaduras que sean leves..?

2 Crónicas 28:1-8 TLA

Ahaz tenía veinte años de edad cuando comenzó a gobernar sobre Judá. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró dieciséis años. Pero Ahaz no obedeció a Dios, como sí lo había hecho el rey David. Al contrario, Ahaz siguió el mal ejemplo de los reyes de Israel, pues hizo imágenes de dioses falsos, y en su honor quemó incienso en el valle de Ben-hinom. ¡Incluso quemó a sus hijos y los ofreció en sacrificio ! Ésa era la vergonzosa costumbre de los países que Dios había echado lejos de los israelitas.  Ahaz mismo ofrecía sacrificios y quemaba incienso tanto en las colinas como debajo de los árboles en donde se adoraba a los dioses falsos. Por esta terrible desobediencia, Dios permitió que el rey de Siria conquistara Judá y se llevara muchos prisioneros a Damasco. También Dios dejó que el rey de Israel los derrotara y matara a mucha gente. En un solo día, Pécah hijo de Remalías mató a ciento veinte mil hombres valientes de Judá. Un soldado de la tribu de Efraín, que se llamaba Zicrí, mató a Maaseías, el hijo del rey. También mató a Azricam, que era el jefe del palacio, y a Elcaná, que era el asistente del rey con mayor autoridad en el reino.  Contando a las mujeres y a los niños, los soldados de Israel se llevaron prisioneras a doscientas mil personas de Judá; además, les quitaron muchísimas cosas y se las llevaron a Samaria.

Cuanto necesitamos perder en la vida para entender que no cale la pena vivir lejos de los valores de Dios?  Ahaz vivió creyendo que podía hacer todo aquello que pareciera bueno a sus ojos y que nada doloroso vendría a su vida y sin embargo no fue así.  Muchos sufrieron y murieron por su necedad.

Sin duda hay muchas conductas que deseamos imitar porque son mida o novedad, muchas emociones que deseamos vivir y muchos recuerdos que queremos albergar, porque nos parecen buenos y sin embargo nunca calculamos en cuanto nos saldrá todo ello.  Aun más olvidamos que siempre existe la posibilidad de que otros también "paguen por los platos rotos".

Mucho del dolor que sufrimos, del desamor que experimentamos, del abandono emocional en el que vivimos y de lis malos resultados en nuestro matrimonio y familia no son sino la consecuencia directa de nuestra necedad y la necesidad de creer que tenemos el control de lo que pasa en nuestro entorno, cuando en realidad vamos en una espiral descendente que nos llevará al sufrimiento y frustración.

Pensemos bien en lo que hacemos y calculemos el costo. Quizá el pago por nuestra aparente satisfacción sea mas alto de lo que estaremos dispuestos a vivir.

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