HEMOS APRENDIDO?


2 12:1-9 TLA

En cuanto Roboam se dio cuenta de que su reino era firme y poderoso, él y todo el pueblo de Israel dejaron de obedecer la ley de Dios. Por esa razón, cuando Roboam cumplió cinco años en el reinado, Dios permitió que Sisac, rey de Egipto, conquistara a los israelitas. Sisac tenía un ejército de mil doscientos carros de combate y sesenta mil jinetes; además, venían con él soldados libios, suquienos y etíopes, en tal cantidad que no se podían contar. El rey de Egipto fue conquistando, una tras otra, las ciudades y fortalezas de Judá, y finalmente llegó hasta Jerusalén. Los principales jefes de Judá se habían reunido allí con Roboam, y fue entonces cuando el profeta Semaías les dijo: «Éste es el mensaje de Dios para ustedes: “Como se olvidaron de mí, ahora yo los abandono y los dejo bajo el poder de Sisac”». Entonces los jefes y el rey reconocieron con humildad su maldad y confesaron: «¡El castigo de Dios es justo!» Cuando Dios se dio cuenta de que habían reconocido con humildad su pecado , les mandó este mensaje por medio de Semaías: «Ustedes han sido humildes al reconocer su pecado, y por eso no dejaré que Sisac destruya por completo Jerusalén. En poco tiempo los liberaré de su poder. Sin embargo, para que sepan cuán diferente es servirme a mí, que servir a los reyes de este mundo, serán servidores del rey de Egipto». Entonces Sisac atacó y conquistó a Jerusalén. Se llevó todos los tesoros del templo de Dios y del palacio real, incluyendo los escudos de oro que había hecho Salomón.

Dios nos ama tanto y es tan buen Padre que nunca impedira que no enfrentemos las consecuencia de nuestras acciones.   Roboam y su gente se olvidaron de Dios y la consecuencia de ello fue  la guerra,  dolor,  muerte y esclavitud.   Dios les amaba  pero no les nego la oportunidad de aprender  de lo que habuan hecho.

Lo mismo pasa con nosotros.   El nos ama y nos mueve por su gracia al areoentimuento pero sin duda,  el recibir su perdon no nos quita la aportunidad de aprender  de lo que paso y de lo que decidimos.   Dios,  quien es el creador de la vida y nuestro padre,  sabe buen que,  sin aprendizaje no hay madurez.

No podemos escapar de las consecuencias de lo que bhemos decidido. Gracias a Dios por ello,  sin embargo,  aorebdemos de ello tal y como Dios quiero o sin importar lo ocurrido,  regresamis a lo mismo una y otra vez. Para sufrir las mismas consecuencias?. Si es asi estamos viviendo sin sentido,  solo respiramos.   El aorenduzahevy bendición de Dios siempre traeran alegria y paz a nuestra vida , no lo menospreciemos.

Aprendamos  de lo vivido y no volvamos al dolor de ayer nunca mas.   Su gracia nos  acompaña  y su amor  nos sostiene.

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