De quien esperas bendición?

 
 
2 Crónicas 20:15-26 TLA
quien dijo: «¡Rey Josafat, y todos los que viven en Judá y en Jerusalén, escuchen bien esto! Dios dice que él peleará contra ese ejército tan numeroso, así que no se alarmen ni tengan miedo. »El día de mañana, ellos subirán por la cuesta de Sis; ustedes salgan a encontrarlos donde termina el río que está frente al desierto de Jeruel. Pero no los ataquen; más bien quédense quietos allí, y sean testigos de cómo Dios peleará contra ellos».  Entonces Josafat se puso de rodillas, hasta tocar el suelo con la frente, y todos los que estaban con él también se arrodillaron ante Dios y lo adoraron . Mientras tanto, los descendientes de Quehat y de Coré, de la tribu de Leví, se pusieron de pie, alzaron su voz y empezaron a cantar alabanzas a Dios.  Al día siguiente, se levantaron muy temprano y se prepararon para ir hacia el desierto de Tecoa. Cuando iban saliendo de Jerusalén, Josafat se puso de pie y les dijo: «Escúchenme con atención, todos los que viven en Jerusalén y en Judá: Confíen en nuestro Dios, y en sus profetas ; si lo hacen, todo saldrá bien; ¡nada nos sucederá!»  Luego Josafat se puso de acuerdo con el pueblo, y eligió a varios cantores para que marcharan al frente del ejército, y fueran cantando y alabando a Dios con el himno que dice: «Den gracias a Dios, porque él nunca deja de amarnos». Los cantores marcharon, vestidos con sus trajes especiales, y en cuanto empezaron a cantar, Dios confundió a los enemigos de Judá. Fue tal la confusión, que los amonitas y los moabitas atacaron a los de Seír, hasta que acabaron con todos. Luego, los amonitas y los moabitas se pelearon entre ellos, y acabaron matándose unos a otros. Así fue como cayeron derrotados.  Cuando el ejército de Judá llegó hasta el punto desde el cual se ve el desierto, sólo vieron un montón de cadáveres regados por todos lados. ¡No quedó nadie con vida! Entonces Josafat y su ejército fueron a apoderarse de las pertenencias de sus enemigos. Encontraron gran cantidad de alimentos, ropa y utensilios valiosos; era tanto lo que había, que pasaron tres días recogiéndolo todo, y ni aun así pudieron llevárselo.  Al cuarto día se reunieron en un valle para bendecir a Dios. Por eso, hasta el día en que se escribió esta historia, a ese lugar se le conoce como «Valle de bendición.
El único que bendice es Dios.  Fuera de Él solo hay dolor. Josafat no podía enfrentar un ejercito tan grande y entendía que sin la ayuda de Dios jamás vería la bendición.
Junto a quién caminas en la vida? En donde buscas la bendición?  A quién le creemos cuando nos dicen que si confiamos en ellos tendremos éxito?  La mayoría de las veces vamos tras ideales falsos, nos desgastamos confiando en la dirección y opinión de quienes ni saben como conducir su vida y terminamos haciendo malabarismos por creer y descansar en la ayuda de los que dicen tener poder.  La realidad es que fuera de Dios no hay bendición.
No importa cual sea el problema y cual sea la lucha. Solo Dios nos puede rescatar y salvar.  Solo Él puede guardar nos de la lengua mentirosa, de los que abusan, de aquellos que manipulan, de lo que no cumplen promesas y de quienes hieren y lastiman.  Solo Él nos puede librar de los problemas que hemos construido con los hijos, de nuestra incapacidad de ser esposo o esposa, de la rebeldía encontrar de nuestros padres.  Solo Dios nos puede salvar de nosotros mismos, de nuestra obsesiones, conductas adictivas e inmadurez.
No confíes en ti, ni en tus amigos influyentes.  Solo confía en Dios y descansa en Él.

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