¿AUN LOS MISMOS?..
Cuando Asá escuchó al
profeta, tuvo el valor de destruir los horribles ídolos que había en todo el
territorio de Judá y de Benjamín, y en las ciudades que había conquistado en la
montaña de Efraín. Al mismo tiempo, reparó el altar de Dios que estaba frente a
la entrada del templo.
9 Después Asá
mandó llamar a toda la gente de las tribus de Judá y de Benjamín. Y como en su
territorio vivían muchos de las tribus de Efraín, de Manasés y de Simeón,
también ellos respondieron al llamado del rey. Éstos se habían unido a Asá
porque se dieron cuenta de que Dios lo ayudaba en todo.
10 El mes de
Siván[a] del año quince del reinado de Asá llegaron
todos a Jerusalén, 11 y ese día le
ofrendaron a Dios setecientas reses y siete mil ovejas, que antes le habían
quitado a sus enemigos.
12-15 Fue entonces
cuando hicieron un pacto y juraron en voz alta que con toda sinceridad se
esforzarían en obedecer solamente al Dios de sus antepasados. También
prometieron que quien no lo hiciera sería condenado a muerte, sin importar su
edad o sexo.
Cuando terminaron el
juramento, todo el pueblo de Judá se llenó de alegría. Festejaron con gritos de
gozo y música de trompetas y cuernos, pues Dios los había aceptado. Y como Dios
vio que el pueblo había sido sincero, los bendijo y les permitió vivir en paz
con todos los pueblos vecinos.
16 Asá le quitó
a su abuela Maacá su autoridad de reina madre, porque ella había hecho una
imagen de la diosa Astarté. El rey Asá destruyó esa imagen y la quemó en el
arroyo de Cedrón. 17 Y aunque no
todos los pequeños templos de las colinas se destruyeron, Asá fue fiel a Dios
durante toda su vida. 18 También
llevó al templo todos los objetos de oro y plata que tanto él como su padre le
habían prometido a Dios. 19 Y no hubo guerras hasta el año treinta y cinco del
reinado de Asá. (2 Crónicas 15:8-19)
Cambiar
de forma de vida no es un sentimiento o sensación, sino una acción. Una conducta que implica ser diferentes,
cambiar de rumbo, ajustar valores y creencias, vivir en una nueva forma de
vida. Asá escucho lo que el profeta
decía y tomo acciones que implicaban vivir en una nueva forma de vida.
¿Qué
ajustes tengo que hacer en mi vida? ¿Qué es lo que me demanda Dios cambiar en
mis valores, creencias y prioridades?
Muchos decimos cambiar, pero solo lo dejamos en deseo. Creemos que Dios vendrá y sin esfuerzo alguno
de nuestra parte, seremos diferentes. ¡No!
Se requiere valor no solo para hacer lo que Dios espera de nosotros, son
para ajustar nuestra vida y así poder hacer lo que Él espera de nosotros. Muchos ahí claudicamos, justo antes de
empezar. Hay verdades en nuestra vida
que nos condicionan a amar como lo
hacemos, a enojarnos de la manera en que lo vivimos, a ser padre lejanos o controladores,
a ser esposos que no ayudan a sus esposas a crecer y madurar en la vida, a ser
esposas que no permiten a sus esposos dejar de ser niños, amigos que abusan del
aprecio de sus iguales, empleadores injustos al pagar salarios, trabajadores
que no dan un esfuerzo extra, hijos que no les importa el esfuerzo de sus
padres, etc.
Ser
amigos de Dios implica entrar en tiempo de cambios y ajustes en la vida. Implica dejar de lado el “peso que nos asedia”
y no nos permite ser todo aquello que Dios ha dicho de nosotros y vivir aquello
a lo que fuimos llamados. Asá lo entendió
así y se dispuso a vivir el reto de ser amigo de Dios, ¿Lo haremos nosotros?
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