¿QUIÉN REINA EN MI?
David
reunió en Jerusalén a todos los jefes y autoridades de Israel. Cuando todos
estaban reunidos, 2 David
se puso de pie y les dijo:
«Compatriotas
y líderes de mi pueblo, escúchenme con atención: Yo quería construirle un lugar
permanente al cofre del pacto, para que allí nuestro Dios reinara; y ya estaba
preparado para hacerlo. (1 Crónicas 28:1-2)
¿Dónde está el
templo hoy? ¿Es el edificio en donde nos
reunimos cada domingo? En parte sí, pero la realidad es que nosotros somos el
templo de Dios. El habita en nosotros.
Somos templos vivos. La pregunta es,
¿Dios reina en nosotros? David quería
construir un templo en donde Dios reinará sobre su pueblo y si hoy nosotros somos
su templo, Él debe reinar sobre nosotros desde nuestro interior.
Dios quiere reinar
en nuestra vida. Él quiere ser lo más
importante en nosotros, nuestro marco de
referencia, nuestro motivo para vivir, las intenciones por las que hacemos las
cosas que nos interesan. La vida pierde
sentido sin el reinado de Dios sobre ella, sin embargo nosotros que somos sus
hijos, nos desvivimos por la forma de vida de quienes no lo son y anhelamos lo
que ellos hacen y olvidamos que esa clase de vida carece de propósitos eternos. Es una vida anclada a lo temporal y enfocada
en una eternidad sin Dios ni esperanza.
En donde Dios reina
hay vida, hay diversión, alegría, felicidad, propósito, esperanza, victoria y
vida eterna. En donde su reinado se
menosprecia hay muerte, en esta vida y en la venidera.
Seamos hijos humiles
y permitámosle a Dios Reina sobre nosotros en todo tiempo y en toda
circunstancia.
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