NO SOLO DE PALABRA
»Es tan grande mi amor por este
templo para mi Dios, que además de todo lo que ya he reunido, voy a entregar de
mis propias riquezas lo siguiente: 4 cien mil kilos del oro más fino que existe, y
doscientos treinta mil kilos de plata fina, para recubrir las paredes del
templo y sus edificios, 5 y
para los muebles y utensilios que harán los artesanos.
»¿Quién de ustedes quiere
demostrar hoy su amor a Dios, dando una ofrenda para la construcción del
templo?» (1 Crónicas 29:3-5)
El amor se muestra dando. No podemos decir que amamos si no hacemos
bien y mucho menos podemos decir que amamos a Dios si no hacemos lo que nos
pide. David quería construir un templo y
para ello no solos “paso la charola” sino él mismo estuvo dispuesto a dejar en
claro y con hechos su deseo por Dios y por las cosas que Éste le pedía.
Somos parte de una sociedad en
que todo en la palabra y nada trasciende a los hechos. Nos hemos acostumbrados a usar a los demás
para alcanzar nuestras metas en vez de ofrecernos también a ayudar a otros a
alcanzar sus propias metas. Hemos
aprendido a que a Dios se le prometen cosas que no necesariamente cumpliremos y
que nada pasará como consecuencia de ello.
El evangelio no es así. La nueva
vida en Cristo no se vive así. Tenemos
que aprender a ser congruentes con lo que sentimos, decimos y hacemos, esto también
es la justicia del reino.
Es tiempo de vernos y revisar
nuestra vida. Es tiempo de dejar la
apariencia, los valores que nada tienen que ver con nuestro Padre y vivir con
Él, como Él y para El. No nos
conformemos con decir y no hacer sino que aprendamos a declarar nuestro amor a
Dios con hechos y no solo con palabras “domingueras”
Comentarios
Publicar un comentario