¿DE QUE LLENAS TU VIDA?
Todos los sacerdotes
allí presentes, sin importar el grupo al que pertenecían, habían cumplido con
la ceremonia de preparación para poder presentarse ante Dios.
Por su parte, los
cantores se ubicaron al lado este del altar. Todos estaban de pie y vestidos de
lino fino. Entre ellos estaban Asaf, Hemán y Jedutún, con sus hijos y
familiares. Todos ellos tocaban platillos, arpas y otros instrumentos de
cuerdas. Junto a ellos había ciento veinte sacerdotes que tocaban las
trompetas.
Todos juntos
alababan y daban gracias a Dios con el canto que dice:
«Alaben a
Dios, porque él es bueno,
y nunca dejará de amarnos».
y nunca dejará de amarnos».
Cuando
los sacerdotes salieron del Lugar Santo, una nube llenó todo el templo. Era la
presencia de Dios, 14 y
por eso los sacerdotes ya no pudieron quedarse para celebrar el culto.
(2 Crónicas 5:11-13)
¿Qué llena nuestra
vida? ¿Dudas, temores, ansiedades,
mentiras, manipulaciones, verdades a medias, ambiciones, religiosidad,
actividades y compromiso? La casa que
Salomón hizo para Dios fue llena por su santa presencia. Nada más tenía cabida en ella.
Nosotros hoy somos
la casa de Dios. Casas que viven, piensan y sienten, ¿pero estas casas
presentes, de que están llenas? Somos
personas que viven en na sociedad post-moderna y ello nos condiciona a vivir
ansiosos por la apariencia, valores temporales, deslealtades, secularismo, dicotomías
emocionales. Ponemos nuestros pies tras
amores ficticios, roles de paternidad que nos complacen a los padres pero que
lastiman a nuestros hijos, comprometemos los recursos que Dios nos da para
comprar bienes de consumo y finalmente nos sentimos vacíos e insatisfechos.
¿Por qué? Porque nuestra vida en
realidad solo puede ser llena y experimentar satisfacción cando es llena por la
presencia de Dios.
Si Dios no llena
nuestra vida, producto de nuestra decisión de caminar con Él y cultivar nuestra
amistad, muy difícilmente seremos personas felices y satisfechas y aún más difícil
nuestra vida experimentara cambios significativos para bien.
Comentarios
Publicar un comentario