¿TE HAS OLVIDADO DE DIOS?

David consultó a los jefes de su ejército, ^2-3 y después les dijo a los israelitas:

«Desde que Saúl era rey, nos hemos olvidado del cofre de nuestro Dios. Por eso, si ustedes creen que está bien, y si es la voluntad de nuestro Dios, vamos a llamar al resto del pueblo, y también a todos los sacerdotes y los ayudantes que están en sus ciudades y tierras de pastoreo. Los invitaremos para que, junto con ellos, traigamos el cofre del pacto de Dios». (2 Crónicas 13:1-3)

 

¿Nos hemos olvidado de Dios? Israel lo había hecho.  Habían pasado tanto tiempo conquistando la tierra que se habían olvidado de “estar con Dios”.

A nosotros nos pasa igual.  Los problemas diarios ponen nuestra mente en rumbos distintos a los de Dios y perdemos la oportunidad de estar con Él.  Pensamos inútilmente que estar en una relación de amistad con Dios es ir al templo con la iglesia cada domingo o estar en una “célula” entre semana o participar en algún ministerio.  Eso no es ser amigos de Dios, en el mejor de los casos es conquistar “la tierra” pero la amistad con Dios no viene por hacer, sino por estar con Él.  Nos olvidamos de Dios con facilidad.  Nos olvidamos que Él nos anhela, que desea conocer quiénes somos, lo que pensamos, sentimos y creemos.

No te conforme con tener una amistad con Dios de domingo. No te olvides de que el te desea a ti, no lo que tu crees que puedes hacer por Él.  No permitas que las preocupaciones y los problemas te enfoquen solo en ti y en tu necesidad.  Busca estar cerca de Dios u disfruta de la mejor amistad que puedes llegar a tener en toda tu vida.