¿AMAMOS A DIOS O SOLO NOS CAE BIEN?




Además Josías eliminó a todos los brujos y adivinos, y destruyó todos los ídolos, incluso los ídolos familiares. Todos los objetos repugnantes que había en Jerusalén y en Judá para adorar a los dioses falsos, fueron destruidos. Así cumplió Josías los mandamientos del libro que el sacerdote Hilquías había encontrado en el templo.

25 Ni antes ni después hubo otro rey como Josías, que se apartara de su maldad y obedeciera a Dios con todo su corazón y con todas sus fuerzas. (2 Reyes 23:24-25)

¿Amamos a Dios o solo nos gusta saber de Él o sentirnos personas religiosas?  La realidad es que no hay amor sin hechos que lo demuestren.  No se puede amar de palabra, sino con acciones de bendigan y edifiquen.  Josias amaba a Dios no solo cuando iba a la reunión en el templo, sino sus hechos demostraban que en verdad lo amaba.

Amar a Dios demanda de nosotros actos de voluntad en favor de Él: Entrega, compromiso, lealtad, pasión, etc.  Así lo hizo Josías.  Demostramos que amamos a Dios cuando tratamos con respeto y dignidad a nuestra pareja, cuando le somos leales.  Demostramos que amamos a Dios cuando nuestra vida bendice la vida de nuestros hijos y les ayudamos a madurar.  Demostramos que amamos a Dios cuando le damos tiempo a nuestros amigos.  Demostramos que amamos a Dios cuando tomamos la vida con responsabilidad.  Demostramos que amamos a Dios cuando ordenamos nuestras prioridades y cambiamos nuestros valores.  Así lo hizo Josías.  Él no se conformaba con ir a la reunión en el templo y cantar de cuanto amaba a Dios y después salir de ahí para vivir desordenadamente. No.  Él se comprometía y hacia ajustes en su vida que lo orientaban a una buena relación con Dios y a vivir en paz y feliz.

Si amamos a Dios hagámoslo como este hombre: con todo nuestro corazón y con toda nuestra fuerza.  El merece de nosotros un amor así.


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