¿QUIEN DESCANSARIA SI NOSOTROS YA NO ESTAMOS?

¿Quién DESCANSARIA SI NOSOTROS YA NO ESTAMOS?

Después todos fueron al templo de Baal y lo derribaron, y destruyeron los altares y los ídolos. En cuanto al sacerdote de Baal, que se llamaba Matán, le cortaron la cabeza frente a los altares.

Joiadá dejó una guardia vigilando el templo de Dios, ¹⁹ y luego reunió al resto de los soldados y a toda la gente. Entre todos ellos llevaron al rey desde el templo hasta el palacio, entrando por el portón de la guardia. El rey Joás se sentó en el trono, ²⁰ y todo el pueblo hizo fiesta.

Después de la muerte de Atalía, la ciudad vivió tranquila. (2 Reyes 11:18-20)

Hay personas que ponen de cabeza todo lo que los rodean.  La mujer de la historia por su forma de vivir tenía en jaque a toda una ciudad y no hasta su muerte, que todos en Jerusalem vivieron tranquilos.

Muchas veces con nuestra impaciencia, nuestra necesidad de control, nuestra urgencia de manipulación, nuestro mal habito de usar a las personas, nuestra incapacidad para cerrar ciclos y nuestra obsesión por violentar fisca, emocional y espiritualmente, creamos ambientes tensos en nuestros hogares, en nuestros trabajos, entre nuestros amigos y pareja.  Muchas veces sin darnos cuenta, muchos se lo pasan mal y se cansan emocionalmente por nuestra presencia o intromisión a sus vidas.

Tenemos que permitir que Dios nos deje ver quiénes somos en realidad, lo que hemos hechos el dolor que hemos causado en otros para poder detenernos y reorientar nuestra vida.  No podemos caminar por la vida hiriendo a otros.  Nuestro llamado es a cuidar, sanar, construir, orientar, etc.  Dios hace eso con nosotros, y nosotros debemos de hacer lo mismo con quienes están cerca de nuestra vida.   Cuidémonos de lastimar.  Vivamos en Dios para ser “instrumentos de su paz”