¿QUIEN TE INFLUENCIA?

Cuando Ahab escuchó eso, se puso triste; por eso rompió su ropa, se puso ropas ásperas y ayunó. Entonces Dios le dijo a Elías: «¿Viste cómo se arrepintió Ahab por lo malo que hizo? Por eso no voy a castigar a su familia mientras él viva; esperaré a que su hijo sea rey».

Y es que antes de Ahab, nadie había desobedecido tanto a Dios como él. Su esposa Jezabel fue la que más lo animó a hacer lo malo. La peor maldad de Ahab fue adorar a los ídolos, como lo habían hecho los amorreos, antes de que Dios los expulsara del territorio israelita.

(1 Reyes 21:25-29)

¿De qué manera permites que las personas influencien tu vida?  ¿A quienes le concedes el poder de cambiar tus convicciones, afectar tus emociones negativamente y a motivarte hacer aquello que dijiste nunca haría?

La realidad es que siempre le permitimos a personas en alguna etapa de nuestra vida influirnos negativamente y aun tomar control sobre vosotros.  Eso le paso a Acab con su esposa Jezabel.  El permitió que esta mujer tomara control sobre sus creencias, emociones, principios y valores hasta el punto le llevarlo a adorar a los dioses amorreos.

A nosotros hoy nos pasa igual, con algunos de nuestros amigos y familiares.  Les permitirnos enfadarnos entristecernos, le permitimos cambiar nuestra escala de valores y llevarnos a emitir conductas no adecuadas o que nos esclavizan a situaciones de dolor.

Es tiempo de revisar quienes están a nuestro alrededor y que le permitimos influenciar en nuestra vida.  Es tiempo de volvernos a Dios y permitirle que sea El quien tenga control y autoridad sobre nuestra vida a través de su gracia y amor.