AMOR ES OBEDIENCIA


Salomón amaba a Dios y seguía las instrucciones que le había dado su padre, David. (1 Reyes 3:3)
Amar a Dios no es cuestión de sentimiento sino de obediencia.  Salomón amaba a Dios y le obedecía al seguir las instrucciones que su padre le había señalado.
Hoy cantamos cada domingo que amamos a Dios pero no hacemos lo que nos ha pedido.  Creemos que le amamos porque “sentimos bonito” cuando le adoramos, pero Él no espera nuestra emoción sino nuestra obediencia.
Amamos a Dios cuando obedecemos a nuestros padres, cuando somos leales a nuestro conyugue, cuando trabajamos con ética, cuando aprendemos a ser lo padre que nuestros hijos necesitan y cuando construimos nuestra vida de la forma en que Dios nos indica que lo hagamos.
Amar a Dios sin obediencia solo0 es emoción de un momento.  Dios desea nuestro amor y obediencia para poder llevarnos a experiencia de vida que jamás hemos imaginados y bendecirnos con ello.

Comentarios

Entradas populares