SOLO DISFRUTA LA BENDICION


Y David no se atrevió a llevar el cofre de Dios a Jerusalén, así que lo dejó en casa de Obed-edom, que vivía en Gat.
11 El cofre de Dios se quedó allí tres meses, y durante ese tiempo Dios bendijo a Obed-edom y a todos sus familiares. (2 Samuel 6:10-11)

La bendición de Dios es un regalo y es un regalo que Dios quiere darnos. Obed-edom era un hombre común que  abrió su casa a la presencia de Dios y como resultado fue bendecido por Él.  La prosperidad de nuestra economía, en nuestra relación de pareja, en la relación con nuestros hijos, en nuestros estudios, no viene sino exclusivamente de Dios.

Dedicarnos al trabajo, a nuestras relaciones familiares, a nuestros estudios es fundamental, pero quien bendice nuestra vida es Dios.

A veces olvidamos esta verdad y el ejemplo de Obed-edom y queremos nosotros ganarnos o alcanzar todo aquello que nos hemos propuesto y dejamos de lado la dirección de Dios y ponemos nuestra esperanza en personas, capacidades o recursos personales.

Dios quiere bendecirte y aun más de lo que imaginas, pero solo ocurrirá ello si abres la puerta de tu vida a Él y disfrutas de su amor y gracia.

No olvidemos que la bendición es un regalo que solo se tiene que recibir.

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