¿QUE HACEMOS CON EL PECADO?

Llegó la primavera, que era cuando los reyes salían a la guerra. Ese año David envió a Joab y a los jefes de su ejército pelear contra los amonitas, pero él se quedó en Jerusalén. Y Joab y todos sus hombres vencieron a los amonitas y conquistaron la ciudad de Rabá.

² Una tarde, después de haber descansado un poco, David se levantó y comenzó a pasear por la azotea de su palacio. De pronto, vio que una mujer muy hermosa se estaba bañando. ³ David mandó enseguida a uno de sus sirvientes a preguntar quién era ella. El sirviente volvió y le dijo que se llamaba Betsabé, hija de Eliam, y que estaba casada con un hitita llamado Urías.

⁴ Entonces David mandó a traerla, y cuando se la llevaron, tuvo relaciones sexuales con ella. Luego ella regresó a su casa, pues apenas había tenido su período de menstruación, y estaba cumpliendo con los ritos de purificación.

⁵ Betsabé quedó embarazada, así que mandó a decirle a David que iba a tener un hijo suyo.

⁶ Al oír esto, David le ordenó a Joab que le mandara a Urías el hitita, pues quería hablar con él. (2 Samuel 11:1-6)

Pecar de si mismo ya trae muchos problemas, pero pecar y tratar de ocultarlo trae consigo todavía muchos más.  David no solo peco al adulterar con la mujer de Urias, sino que al ocultarlo, termino matando a este.

Hoy día somos iguales.  Nos conformamos con el hecho de que los demás no se enteren.  Pensamos tontamente que si nadie se entere seguramente todo estará bien y que nada paso.  Vemos el pecado como una falta moral y por lo tanto si los conocidos no se percatan nada ocurrirá.  No seremos rechazados o señalados.  Pero el problema no es ese.  El pecado no es una falta moral, sino actuar en contra del propósito de Dios aunque esto pudiera ser moralmente aceptado.  David trato de ocultar su pecado y nosotros hacemos lo mismo sin darnos cuenta que ello nos aleja más de Dios y sin duda hará que terminemos metidos en problemas mayores.

Pecar no es bueno, pero hacer como que nada pasó solo para no ser señalados hará que seamos esclavos de ese pecado más tiempo.  La solución al pecado no es ocultarlo, sino confesarlo y apartarse de el.  Cualquier otra acción no solucionará nada en nuestra vida.