PAZ

En ese momento Gedeón se dio cuenta de que se trataba del ángel de Dios, y lleno de miedo exclamó:

—Dios mío, de seguro moriré, pues he visto a tu ángel cara a cara.

²³ Pero Dios le dijo:

—No tengas miedo, no te vas a morir. Al contrario, he venido a darte paz. (Jueces 6:23 y 24)

Las cosas a lo largo de la vida no siempre resultan como pensamos que sucederían.  Buscamos estudiar una carrera universitaria y muchas veces no encontramos trabajo y con ello perdemos la tranquilidad y olvidamos la meta propuesta.  A veces nos esforzamos en conseguir un ascenso y cuando lo alcanzamos, terminamos metidos en un sin numero de tareas que no sabíamos no asignarían y con ello perdemos tiempo de descanso, tiempo de familia o simplemente tiempo para nosotros mismos.  Otras veces nos empeñamos en conseguir una relación amorosa con alguien de quien nos hemos enamorado y cuando lo logramos, terminamos en medio de un torbellino de problemas, pleitos, confusión, engaños, y temor.  Solo lo que Dios nos da genera paz en nuestra vida.  Nuestro esfuerzo personal no siempre nos hacen vivir en tranquilidad.

Cuando Dejamos a Dios actuar en nuestra vida y le seguimos de cerca sin duda viviremos en su paz.  Dios no nos da nada que pueda dañarnos, por lo que si hemos perdido la paz y la armonía en nuestra vida, seguro no fue Dios quien nos dio esas experiencias, esas personas o esas situaciones.

Busquemos a Dios, por Él ha venido a darnos paz en nuestra vida.