NECIOS

Jueces 2:1-3 TLA

El ángel de Dios salió de Guilgal y fue a Boquim para darles a los israelitas el siguiente mensaje de parte de Dios: «Yo los saqué a ustedes de Egipto y los traje al territorio que les había prometido a sus antepasados . A ellos les dije: “Yo les cumpliré mi promesa, pero ustedes no deben hacer ningún trato con la gente que vive allí. Al contrario, deben destruir sus altares”. »Pero, ¿qué hicieron ustedes? Simplemente me desobedecieron. Por eso, ahora que ustedes avancen, no voy a echar a esa gente. Tanto ellos como sus dioses serán una trampa para ustedes».

Desobedecer siempre es un asunto delicado.  hoy día desafortunadamente no lo vemos así sino que, creemos que obedecer es una elección y no un compromiso.  Pensamos que la obediencia depende de nuestro estado de ánimo, de la persona que demanda de nosotros algo o de lo justo que nos resulte la demanda.

Israelí no consideró que debía ser categórico en expulsar a los cananeos de TODO el territorio así que permitió interpretar lo que Dios les pidió y dejo algunos cerca de ellos, antes esto, Dios los dejo vivir las consecuencias de sus decisiones, indisciplina y pasividad.

Nosotros actuamos igual.  Somos permisivos con nuestros defectos de carácter, malos hábitos, deseos, miedos, etc.  No obedecemos  Dios en lo que nos demanda y siempre tenemos una justificante para ello. Sin duda la consecuencia de nuestra desobediencia sera vivir el resultado de nuestro propio desorden.

Volvamos a Dios.   Pidamosle perdón de todo corazón para que nos libre de nosotros mismo y de nuestra necedad