OFRENDAMOS EL CORAZON



Dios le dijo a Moisés:
«Habla con los israelitas y diles que me traigan una ofrenda. Pero no los obligues a dar nada. Quiero que su ofrenda sea voluntaria y de todo corazón. (Ex.25:1-2).
Ni a Dios le gusta recibir cosas de nosotros cuando nos sentimos obligados a dar.  Israel tenía que aprender a darse a Dios voluntariamente. Como dice el refrán “a fuerzas ni la comida es buena”  Más adelante la biblia en seña que no hay que dar “ni con tristeza ni por necesidad”  Dios merece lo mejor y lo mejor hay que darle y de buena gana.
¿Qué le das a Dios? ¿Cuál es tu motivo a darle a Dios lo que te pide? ¿Con qué animo le das a Dios lo que te pide?  Sabemos que es importante cumplirle a Dios lo que hemos prometido, pero igual de importante es el dárselo con gozo.  Todo lo que tenemos lo recibimos de la mano de Dios y el nos lo da con alegría porque somos sus hijos y desea para nosotros lo mejor, ¿por qué nosotros no actuamos igual?  ¿Por qué retenemos nuestra mano para ofrendar a Dios?  El desea vernos convencidos y entusiasmados cuando damos nuestra ofrenda, cuando ayudamos en las necesidades de otros, cuando somos bendición a los que menos tienen.
Dios no ve lo que das, Él ve el corazón.  Ve tus motivos, las emociones que experimentas al dar. El pesa tus intenciones y las aprueba o no.  Tenemos que cambiar en esto y ser dadores alegres.  El espera que no solo des cosas, sino que en ellas vaya nuestro corazón.
https://www.youtube.com/watch?v=GSNYn710qP4

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