ENVIDIA



No se dejen dominar por el deseo de tener lo que otros tienen, ya sea su esposa, su sirviente, su sirvienta, su buey, su burro, o cualquiera de sus pertenencias (Ex.20:17)

Envidiar supone que lo que otros viven, son o tienen es mejor que lo nuestros tenemos, somos o vivimos.  Envidiar supone que se está inconforme con la provisión de Dios y con los tiempos de Dios para bendecir física, emocional o espiritualmente nuestra vida.  Quizá sea un comportamiento que aceptamos porque no vemos un efectos negativo a primera mano, sin embargo no es algo que Dios considere haga bien en nuestra vida.

La envidia nos hace personas insatisfechas, intolerantes a las forma de vida de los demás, frustradas, inseguras, agresivas, con trastornos del sueño o alimentación.  Crea una imagen de nosotros mismos falsa, al cual puede llevarnos hasta la autoagresión.  La envidia nos hace construir motivos perversos para hacer cosas que a los ojos de la gente son buenas y plausibles pero que tarde o temprano traerán dolor a nuestra vida.

Deja que Dios sane tu alma de la envidia y te haga libre a fin de que puedas vivir en paz, seguros y satisfecho con lo que has construido para ti y lo que en su gracia podras construir en el futuro.  No olvides que “El tiene siempre cuidado de ti”

Comentarios

Entradas populares